Novela sentimental

Se incluye dentro del género épico o narrativo y se compone en prosa con versos largos en la literatura intercalados, a veces en forma epistolar; posee temática amorosa, frecuentemente dentro de las leyes del llamado amor cortés.

Debajo de las finuras del estilizado amor cortés se esconden violentas pulsiones sexuales, que cuando se ven frustradas provocan conflictos tales que conducen a los héroes a vivir como fieras en terrenos desérticos.

Frente a Marcelino Menéndez Pelayo, que define al género por su temática amorosa, su heterogeneidad estructural ha sido señalada por Carmelo Samonà como muestra de que no constituye un género separado de cualquier otra ficción amorosa.

Se analizan aspectos emocionales de la relación amorosa; no se fijan en acciones externas; utilizan los códigos literarios del amor cortés: divinización de la amada a la que el amante es siempre inferior; la novela se desarrolla en un marco social elevado de nobles y de reyes; el final es siempre trágico y desdichado; se da prioridad al sentimiento sobre la razón; la heroicidad sentimental del amante viene dada por su suicidio o su destierro; las novelas poseen un contenido feminista plenamente renacentista; los hechos se suelen situar en lugares alejados (Escocia, Hungría) y en sitios tenebrosos como cárceles o castillos; existe una mínima narración, pero falta la descripción: no aparece la realidad cotidiana ni la descripción costumbrista y el mundo es noble e idealizado; como consecuencia de todo lo anterior, predomina un absoluto subjetivismo; el cronotopo no sufre modificaciones y es estático y los personajes aparecen siempre iguales: la atemporalidad narrativa más obvia preside estos relatos.

El realismo consiste no en describir la vida diaria, sino en hacer verosímil la narración de las pasiones.

En la literatura española tiene una interesante influencia, pues de ellas deriva la poesía pastoril, su influjo se nota en algunas novelitas intercaladas en el Don Quijote.

Tres virtudes teologales y cuatro cardinales equiparan a la princesa con damas virtuosas del pasado.

Veintiuna coplas reales exaltan a la reina Isabel y casi cincuenta narran las Siete angustias de Nuestra Señora.

Defendida la princesa Mirabella por Brazaida, y Grisel por el poeta Torrellas (abanderado de la corriente misógina), resulta culpable aquella.

Grisel ofrece su vida, pero ella muere de dolor, arrojándose a unos leones que su padre guardaba en un patio.

La Cuestión de amor (1513) es anónima y en realidad es una novela de tipo histórico, pues se centra en el valenciano Flamiano, que ama a Belisena y escribe a Vasquirán para confesarle que no es correspondido.

La guerra con el rey de Francia hace que Flaminio sirva a Carlos I y muera en Ravena.