La naranja de Jaffa (en árabe, برتقال يافا burtaqāl Yāfā; en hebreo, תפוזי ג'אפה tpvzy G'aph) o naranja Shamuti (برتقال شموطي burtaqāl shumūṭi) es una variedad de naranja con pocas semillas y una piel resistente que la hace particularmente adecuada para la exportación.
Desarrollada por agricultores palestinos a mediados del siglo XIX, la variedad toma su nombre de la ciudad de Jaffa, donde se produjo por primera vez para la exportación.
Es, junto con la naranja umbilical (navel) y la naranja amarga, una de las tres variedades principales que se cultivan en el Mediterráneo, el sur de Europa y el medio Oriente.
El Jaffa también se cultiva en Chipre, Irak, Líbano, Siria, Jordania y Turquía.
Al ser su piel tan resistente la hace «especialmente adecuada para la exportación»,[6] transporte y almacenamiento.
Las naranjas de Jaffa son susceptibles a la Alternaria, un tipo de hongo, y son propensas a sufrir contrañada, fenómeno por el cual un año producen mucha fruta y al siguiente poca o nula.
Entre estos estaban el jabón, el azúcar, la cebada, las naranjas y el algodón.
[1][2] Mientras que la naranja agria (C. aurantium) fue traída a Occidente desde China e India por comerciantes locales vía Sicilia y España, la naranja de Jaffa se desarrolló a partir de la naranja dulce (C. sinensis) que fue traída de China a la región mediterránea por el explorador portugués Vasco da Gama en 1498.
[6][9] Las frutas que llevaban la etiqueta «Naranja de Jaffa» fueron comercializadas por primera vez en Sarona (en la actual Tel Aviv), concretamente por la Colonia Alemana de la Sociedad del Templo, una secta protestante alemana establecida en 1871.