Museo de Arte Moderno (España)

Se ubicaba en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, sede asimismo, entre otros, de la Biblioteca Nacional y del Museo Arqueológico Nacional, ocupando el ángulo suroeste del mismo, delimitado por el paseo de Recoletos y la calle Villanueva.[2]​ Hasta la constitución del M. A. M. ese papel estuvo cubierto fundamentalmente por el Museo del Prado, cuyos primeros catálogos, redactados por Luis Eusebi, de hecho recogieron desde su fundación la sección denominada “Artistas vivos o recientemente fallecidos”, que contenía obras de pintura y escultura contemporáneas y que, como el resto de las pinturas del Museo del Prado, procedían de las colecciones reales.A pesar de que se vio obligado a traspasar al nuevo museo los cuadros de la denominada «sala de pintura contemporánea», el Museo del Prado continuó acumulando un importante número de pinturas de extraordinario interés y calidad artística que consideraba piezas clave del arte español del siglo XIX, en contra del M. A. M., que sólo parecía interesarse por el arte estrictamente contemporáneo y por promocionar a los artistas vivos.A lo largo de los años se incorporaron nuevas obras, buena parte de ellas pinturas del siglo XX, que fueron cobrando un creciente protagonismo en la colección y relegando simultáneamente a las decimonónicas, las cuales se vieron cada vez más como un lastre para la imagen de modernidad que se pretendía dar del Museo.Estableciendo un criterio de “carácter universal”, para entroncar el arte español con el de las “naciones cultas”, las colecciones debían comenzar en «la época en que las teorías estéticas puestas en práctica por David o Canova e introducidas en España a principios del presente siglo, cambiaron la corriente del arte nacional», es decir, a partir de José Madrazo y los otros discípulos españoles de Jacques-Louis David en cuanto a pintura y de José Álvarez Cubero y Antonio Solá en lo referente a la escultura.Entre los dibujos figuraba una importante colección de ochenta y tres de Eduardo Rosales adquiridos en 1912 a su hija Carlota,[8]​ a los que se sumaron diez más en 1926,[9]​ dos legados en 1923 por Jacinto Octavio Picón,[10]​ otros seis comprados en 1942,[11]​ y dos en 1959.Una de las pocas excepciones a este respecto fueron las cinco piezas de Pablo Gargallo que se compraron en 1935, a las que se sumaron otras cuatro donadas por su viuda, Magali Tartanson.Comprendía tanto las obtenidas por el propio Prado como las procedentes del M. A. M., que eran con mucho la mayor parte.A este conjunto se unían varias estampas más, algunas originales del siglo XIX y otras reproducciones, cuyo origen y fecha de ingreso por el momento se desconocen.Esto provocó que se le asignara una parte bastante reducida del mismo.Este es precisamente el origen de gran parte del actual Prado disperso.
El Casón del Buen Retiro acogió entre 1971 y 1997 las obras del siglo XIX del M. A. M. tras su traspaso al Museo del Prado .
El edificio del Museo del Traje fue construido originalmente como sede del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC).
Doña Isabel la Católica dictando su testamento , por Eduardo Rosales , obra traspasada del Museo de la Trinidad al Museo del Prado y luego al M. A. M., de donde retornó al anterior en 1971.
Chicos en la playa , obra de 1910 de Joaquín Sorolla . Donada por el propio pintor al M. A. M. en 1919.
Desnudos en un paisaje , de Francisco Iturrino , c. 1906-1918. Reina Sofía.
María Blanchard : Mujer con abanico , 1916. Obra adquirida en 1959 por el Museo Nacional de Arte Contemporáneo. [ 7 ] ​ Reina Sofía.