A los 18 años se unió los jlystý o flagelantes, secta rechazada por la Iglesia ortodoxa rusa, quienes profesaban la necesidad del dolor para poder alcanzar la reconciliación con Dios y ganar así el cielo.Reconocido como místico por la burguesía rusa, llegó a brindar sus servicios a la zarina Alejandra Fiódorovna Románova, ganando su entera confianza y consecuentemente el favor del zar Nicolás II de Rusia, gracias a la recuperación que proporcionaba al zarévich Alexis Nikoláyevich de un padecimiento congénito causante de porfiria o hemofilia, lo que para la zarina debió ser milagroso, siendo esto motivo para una supuesta relación amorosa entre la zarina y Rasputín.Estaba convencido del peligro que representaba el místico en la corte rusa de la cual formaba parte.Aunque se desconoce quiénes colaboraron exactamente en el asesinato, sí se sabe que colaboró un oficial llamado Iván Sujotin y el grupo médico del ejército Lazavert.Esta princesa estaba casada con Yusúpov, el cual era conocedor de los sentimientos del místico hacia su mujer, por lo que ella sería un perfecto señuelo.Yusúpov hizo un enorme banquete de pastas y vino en los sótanos del palacio.Empezó a creer que Rasputín era inmortal, como decían muchos mitos rusos.Yusúpov bajó al sótano con su pistola Browning y disparó varias veces a Rasputín mientras miraba un crucifijo de plata.Yusúpov, que anteriormente se había ido del sótano, volvió allí y examinó el «cadáver».Pero el místico se escapó por otra puerta que daba al patio y corrió, para salvar su vida, por la nieve.Dos tiros fallaron, pero un tercero le dio en el hombro, haciendo que se girase y, finalmente, cayera.[3] Según dicho informe Rasputín recibió tres impactos de bala: uno frontal que le alcanzó el estómago e hígado, otro posterior (riñón derecho) y finalmente el último en la frente, a quemarropa.Yusúpov fue desterrado y pudo volver a Rusia un año después, durante la Revolución rusa.Pero la victoria soviética y la persecución contra los Románov les hizo volver a exiliarse.
Fragmento del periódico griego
Empros
anunciando la muerte de Rasputín.