Se elevan sobre los valles colocando un pie en cada uno de los cerros laterales y con voz terriblemente atronadora cantan tonadas monótonas.
A diferencia del Anguleru, los Llendadores visten de impermeable verde oscuro con botas negras, y su barba suele ser pelirroja.
Ser espantoso oriundo de Ribadesella, que las madres citaban para infundir miedo a los niños, llamado así al echar sangre por boca y ojos.
Según la leyenda, la joven merodea de noche por una carretera desierta haciendo autoestop, siendo recogida en su coche por un conductor que se ofrece a llevarla.
[43] Llamados en español los Diablillos de los Graneros, son duendes naturales de Cangas del Narcea (como el Trasgadiellu) que moran entre la hierba, los tocones y los pajares, aunque por el invierno, en los meses más fríos del año, se encuentran más a gusto en los graneros, a la lumbre.
Entre otras artes, se dedican a travesuras como soplar hierba a la cara de la gente o del hocico del ganado, para hacerles estornudar y llenarles los ojos de ciscos, evitando lanzar fesorias o trentes que puedan ser letales.
En los valles altos y montes de Cavandi, Peñamellera Baja, les sacaba la sangre a los cuélebres para llevarla "allí dónde hiciera falta", sin saberse exactamente su propósito.
[33][43] También llamada Mala Güeste, La Buena Gente, Estantigua, Huóstica (entre los Vaqueiros de Alzada en Tineo), Güéstica, Güéstiga, la Güestia, la Güestia Caliera (en Zorrina y Salas) y Huestia (comparable con el castellano "hueste"), es un grupo de almas en pena vestidos con sudarios blancos con capucha que vagan durante la noche, siendo imposible ver sus caras al ir encapuchados.
Durante su vagar por los caminos se les oye decir, como señal de aviso a los vivos, "Andar de día que la noche ye mía", pero también pueden decir "Condo tábamos vivos andábamos a estos figos, ahora que tamos mourtos, andamos por estos gourtos".
En otra versión de la historia portan huesos simulando ser grandes cirios encendidos (iluminados como tales), siendo ángeles sin cielo que procesionan para recordar a los vivos las consecuencias del pecado.
En ambos casos, se alejan del pueblo apagando las velas, perdiéndose en la oscuridad para regresar de nuevo al camposanto, donde finalmente desaparecen.
La tradición dice también que quienes pueden ver a la Güestia son aquellos a los que el cura, por error, los bautizó usando el óleo usado para los muertos en los ritos fúnebres, en vez del agua bendita, aunque también si se posee cierta sensibilidad especial uno podría verla.
Esto conllevaría el tránsito de persona a lobo, transformándose completamente en este animal y viviendo bajo esa forma durante siete años.
Ocasionalmente el home llobu puede guiar a las manadas, combinando sus instintos animales y su inteligencia humana para atacar al ganado.
Otra de sus diversiones es destrozar los propios barcos pesqueros con los que se encuentra, para dejar a los marineros naufragados en mitad del mar.
Merodea por los altos prados anexos a los picos, las cordilleras y los alrededores de los pueblos montañosos, siempre con las mayores nevadas.
En Mieldes, Cangas del Narcea, son conocidos como Llobos Meigos, que solo se transforman en lobos al llegar la noche.
Para librarse de su influjo se pueden conjurar oraciones breves y muy fervientes, o invocar a ciertos santos católicos.
Años después este campesino tuvo, que efectuar un viaje al lejano Egipto, llegando a Brita para encontrarse con él.
Su nombre es una mezcla entre "papo" y el verbo "resollar", precisamente porque su presencia hace respirar fuerte con los mofletes, amedrentando a quien lo escucha.
Se lleva por los aires aquellos niños que no quieren dormirse, diciendo de ella: "Ahí che ven a Pasinza; vaite papar".
En Anleo, Navia, se decía "Ye más malu qu’el Pataricu", refiriéndose a alguien perverso y con malas intenciones.
Dicho cortejo guarda paralelismos con el dios germánico Wotan y sus valquirias, que se aparecían por los aires para llevarse a la gente al otro mundo.
Entre estos hay una frase de reza: "No te hagas el Tío Diego", en referencia a personas que actúan con mala fe o con doble intención hacia los demás.
Es de un tamaño sumamente pequeño y es invisible al ojo humano, por lo que tiene total libertad para sus fechorías sin ser descubierto.
[98] También llamado Camuñas a secas, este personaje goza una de amplia popularidad en toda España, por su capacidad para infundir miedo en quien se encuentra con él.
Se ganó su fama de asustador luchando contra los franceses (que espantados gritaban: "¡Que viene el Tío Camuñas!
Su leyenda le otorgó una segunda vida sobrenatural, primero en Francia y luego transmitida al resto de España (Asturias incluida), donde la imaginería popular lo ha convertido en un ser espectral amenazador.
Muy peludos, gordos y con rabo, son casi todo cabeza, de la que salen varios cuernos (uno, dos, tres...), según cada uno.
A grandes rasgos es un Xanino adulto, igualmente peludo y muy feo, al que le encanta raptar mujeres.