Miguel de Baeza

siglo xvi) fue un confitero castellano.

Esta obra posee interés histórico ya que en el primer libro estudia el cultivo de la caña de azúcar en España y en las colonias.

También se dedica a describir el proceso de producción del azúcar en sus distintas variantes.

Los restantes tres libros se dedican a los diferentes tipos de dulces que se elaboraban en aquella época: confituras, grageas y canelones; conservas como el calabazate, la cidra —entonces denominado acitrón o deacitrón— y las jaleas.

Finalmente se refiere al alfeñique, caramelos, mazapanes, turrones, alcorzas, alajués y bizcochos en su acepción de «panes de dulce finos».