Es un gas incoloro derivado del amoníaco, donde un átomo de H se reemplaza por un grupo metilo.
Se suele distribuir en disolución de metanol, etanol, THF, y agua, o como gas anhidro en contenedores metálicos presurizados.
La metilamina fue por primera vez preparada en 1849 por el químico francés Charles-Adolphe Wurtz mediante la hidrólisis del isocianato de metilo y compuestos relacionados.
[8] El clorhidrato incoloro se puede convertir en amina por adición de una base fuerte, como NaOH: La metilamina es un buen nucleófilo por ser altamente básico y libre.
La preparación de algunos surfactantes y reveladores fotográficos también requiere metilamina como materia prima.