Originalmente se trataba de una cuenca endorreica que albergaba los lagos Texcoco, Xochimilco y Chalco.
Desde el siglo XVII se han realizado varias obras de ingeniería que tienen como propósito desecar los lagos.
Especialmente el primero de estos que produce fumarolas y actividad volcánica con regularidad.
C, aunque se cree que el área ya estaba habitada desde tiempos anteriores (véase Hombre de Tepexpan).
Fue en el centro del lago de Texcoco, donde varias tribus que habían partido de un lugar llamado Aztlán, mismas que pasaron muchos contratiempos y dificultades buscando un lugar que les perteneciera, y según la leyenda fundacional, después de un largo peregrinar por fin llegaron alrededor del año 1325, fundando allí la gran Tenochtitlan.
Se sabe que realmente el islote fue habitado por los primeros peregrinos aztecas aproximadamente 100 años antes y se establecieron en ese lugar debido a que fueron rechazados de todos los lugares donde intentaron establecerse originalmente.
Los animales domésticos, perros, guajolotes y patos, completaron la alimentación de estos pobladores.
La densidad demográfica demandó cosechas más intensivas, comercio con otras sociedades, una estratificación social y, finalmente, el establecimiento de ciudades con grandes monumentos ceremoniales.
En el valle de México también se asentó la primera civilización plenamente urbana: Teotihuacán.
La importancia de esta urbe, con su arquitectura megalítica, sus barrios de comerciantes, un trazo urbano equilibrado con los monumentos y las montañas que la rodean, fue tal que los mexicas, siglos más tarde cuando la encontraron en ruinas, establecieron allí el origen del universo.
Sus grandes ciudades, Cuicuilco, Teotihuacán, Tula, Tenochtitlán, ejercieron un control político y religioso que se extendió hasta los confines de la zona cultural.