[1] La primera descripción de la ciudad de Mastia aparece en obra titulada Ora maritima, del poeta latino Rufo Festo Avieno, del siglo IV d. C., aunque para su redacción utilizó fuentes supuestamente más antiguas, como un posible periplo masaliota del siglo VI a. C.[2] La descripción de Avieno dice así: Sin embargo, no hay pruebas definitivas de que el texto se refiera a la ciudad de Cartagena, aunque por el contexto y el resto de descripciones de accidentes geográficos que anteceden y siguen a estos versos, parece que pueda referirse a esta ciudad.También hay una referencia a Mastia en el segundo tratado romano-cartaginés del año 348 a. C., como "Μαστια Ταρσειον" (Mastia de Tarsis), que marcaba el límite que podían alcanzar Roma y sus aliados en la península ibérica.Algunas ciudades dependían o estaban bajo su ámbito o influencia; así se menciona por orden en las fuentes: Su riqueza minera, pesquera y agrícola fue la causa de que el reino de Tartessos la mantuviese en su área de influencia.La cultura tartésica estaba ya fuertemente aculturizada por la cultura púnica, así que se supone que Asdrúbal simplemente refundó y fortificó la ciudad sobre la preexistente Mastia tartésica.La excavación arqueológica del nivel ibérico y cartaginés se plantea muy difícil en Cartagena, ya que está solapado por la Carthago Nova romana que se construyó encima.