Está situada a 33 kilómetros al este de la capital provincial, en el eje que forman las carreteras A-356, A-7 y N-340A.
Para la pesca, guardan sus embarcaciones y seleccionan su producto en el puerto de Caleta.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX Torre del Mar ya cuenta con ferrocarril y carreteras, lo que facilita el desarrollo de esta localidad, una localidad que ya desde principios del siglo XX tenía el turismo como objetivo, ya en los primeros años del siglo XX construye diversos balnearios, de cara a atraer turismo, aunque no es hasta los años 60, cuando el turismo empieza a cambiar la fisionomía de este lugar, que crece de manera importante, con grandes avenidas, grandes edificios, un paseo marítimo y una infraestructura importante para asumir el turismo actual.
Su puerto, hoy ya desaparecido, constituyó en su tiempo un lugar ideal para el refugio de las embarcaciones que arribaban al litoral.
[6] Ciudad balneario desde principios del siglo XX para intentar atraer el turismo, fue en los años 1960 cuando la zona experimentó un auge urbanístico importante.
La más conocida es Villa Mercedes, ubicándose en el Paseo Larios, y que actualmente es de propiedad privada.
En los despachos del piso superior, se pueden observar unos bellos suelos de mosaico hidráulico originales, y unas interesantes pinturas en el techo que han sido restauradas.
Contaba con el edificio militar y los almacenes, su segunda gran función, para los productos agrícolas de toda la comarca (pasas, vinos, cítricos, etc.) que serían exportados.
Fue un elemento fundamental para el desarrollo socioeconómico de nuestro pueblo durante generaciones.
El edificio acabó convirtiéndose en todo un icono indiscutible y emblemático del patrimonio industrial de la costa malagueña.
La estación de 1904 consta de un cuerpo central rectangular, con una sola nave y dos plantas, y dos cuerpos laterales que se adosan transversalmente a este último, que sin embargo ofrece un volumen compacto.
En estos se pueden apreciar vuelos con zapatas en madera (neomudéjar) y tejas vidriadas.
La fachada se articula mediante un balcón principal y ventanales, donde aparece el hierro forjado para las rejerías.
El torreón se eleva en altura tres pisos, teniendo en su último cuerpo un vano geminado.
En un principio este inmueble se llamó “Edificio del Ave María” y se dedicaba a la beneficencia, y más tarde en 1936, fue cedido para escuelas recibiendo el nombre de “Hogar Virgen de la Victoria”.
Detrás del cuerpo principal sobresalen en planta seis pabellones paralelos, unidos entre sí y al cuerpo mediante un pasillo, quedando el centro libre desarrollándose un patio con vegetación, donde al final de este se sitúa una pequeña capilla.
Todo el conjunto posee unos ventanales de grandes dimensiones que proporcionan la iluminación a las estancias.
En la actualidad se encuentra rehabilitada, siendo un inmueble situado entre medianeras con planta en forma de 'T', que está precedido por un espacio ajardinado.
La planta se ordena en torno a tres círculos de distintos tamaños y varios rectángulos.
En la fachada Norte se desarrolla un pabellón de tres alturas con tejado a cuatro aguas.
La portada es un elemento histórico-artístico, y testimonio de la antigua ermita existente en este lugar.
Faro realizado sobre la década de los cincuenta del siglo XX debido al alejamiento que sufrió la costa.
Marzo o abril: Semana Santa de Vélez-Málaga, por la cual, sienten pasión y cada año se superan.
Familias enteras queman cada año en sus hogueras los documentos u objetos que les traen malos recuerdos.
Todos los que adoran a esta virgen, salen en procesión por las calles de Torre del Mar, cumpliendo sus promesas (descalzos, sin ver, cargando peso..) una vez termina la procesión, sacan a la virgen en barco al mar, se dice, que "bendice" las aguas para el resto del verano.
El primer equipo de la localidad se denominó Libertad y normalmente no jugaba en Torre del Mar.
El que más importancia y seguidores adquirió fue el C.D Torre del Mar, con camiseta azul, pantalones blancos y medias negras, aunque no llegó a federarse en dicha década por motivos económicos.
Después de jugar los partidos, los jugadores tenían que pagar dos pesetas para lavar las equipaciones.
Existen en la localidad otros clubes de deportes colectivos federados que participan en sus correspondientes competiciones regionales.
[9] Los autobuses interurbanos conectan Torre del Mar con las ciudades de Málaga y Nerja.