Esto es debido, entre otros aspectos, a las múltiples formas que tienen las antenas en las diferentes especies.
A veces se llama polillas a todas las mariposas nocturnas, pero en realidad, las polillas son solo algunas familias de mariposas cuyas larvas se alimentan de fibras textiles o alimentos almacenados.
Por lo general son lepidópteros de cuerpos robustos (sobre todo las hembras), abundantes pubescencia y escamas en el abdomen (esto no incluye a las Microlepidoptera, que también es un grupo parafilético).
[2][3] Entre los heteróceros se encuentras las mariposas más grandes del planeta, Thysania agrippina o las Coscinocera; la especie más grande conocida es la Attacus atlas que vive en Indochina (Tailandia, Vietnam, Laos, etc.) que puede llegar a tener 28 cm de envergadura.
Los machos de muchas especies tienen antenas muy complejas que utilizan, principalmente, para olfatear a sus posibles parejas.
Muchas especies son polinizadores importantes, especialmente miembros de las familias Noctuidae y Sphingidae.
En climas templados, la polilla de la manzana causa grandes daños, sobre todo en las explotaciones frutícolas.
El naftaleno (el producto químico utilizado en las bolas de naftalina) se considera más eficaz, pero existen dudas sobre sus efectos en la salud humana.
Algunas, como la Luna, Polyphemus, Atlas, Promethea, cecropia y otras polillas grandes no tienen partes bucales.
También comen polillas algunas especies de lagartos, anfibios, gatos, perros, roedores y algunos osos.
Existen pruebas de que los ultrasonidos en el rango emitido por los murciélagos provocan maniobras evasivas en las polillas voladoras.
Las frecuencias ultrasónicas desencadenan un acto reflejo en la polilla noctuida que le hace descender unos centímetros o pulgadas en su vuelo para eludir el ataque,[17] y las polillas tigre (Arctiini) pueden emitir chasquidos para frustrar la ecolocalización de los murciélagos.
[20] Las polillas, al igual que las mariposas, las abejas y otros insectos polinizadores más conocidos, desempeñan un papel esencial como polinizadores de muchas plantas con flores, incluidas especies que las abejas no visitan.
[28] Las polillas parecen rodear con frecuencia las luces artificiales, aunque actualmente se desconoce la razón de este comportamiento (fototaxis positiva).
Manteniendo una relación angular constante con una luz celeste brillante, como la luna, pueden volar en línea recta.
Cuando una polilla se encuentra con una luz artificial mucho más cercana y la utiliza para navegar, el ángulo cambia notablemente tras recorrer una corta distancia, además de encontrarse a menudo por debajo del horizonte.