Margarita Teresa de Saboya

Además, sus bailes a menudo traían consigo motivaciones diplomáticas, y entre sus intenciones estaba el asegurar el trato con la Nobleza Negra, que permanencia leal a la Santa Sede después de la toma de Roma.

La relación de Margarita con su madre fue bastante difícil, ya que la niña nunca aceptó a su nuevo esposo.

Las cartas a Marco Minghetti revelan cómo la princesa prefería leer a Dante (estaba particularmente fascinada por la Divina Comedia) antes de estudiar gramática, y cómo se impuso un programa de secundaria sin tener una preparación suficiente.

Aunque los estudiosos normalmente han respaldado la hipótesis del romance juvenil, no existen evidencias concretas que permitan afirmar con rotundidad este hecho.

Ciertamente les unía una personalidad muy similar, basada en el amor por la pompa y la religiosidad piadosa.

Después del suntuoso baile, el 23 los recién casados asistieron a la fiesta organizada en su honor por la Sociedad Filodramática de Turín.

Escucharon poemas declamados en su honor y asistieron a La Festa della Colomba, una comedia-opereta con letra de Vittorio Bersezio.

Margarita recibió como regalo el ensayo de Alessandro Manzoni Sobre la unidad de la lengua italiana y los medios para difundirla (Sull'Unità della lingua italiana e sui mezzi di diffonderla), con un autógrafo del poeta milanés.

El príncipe alemán lo cosió a su pecho como acto galante ante la expectación de los asistentes.

Cada vez que rotaban un mecanismo con la lanza construido para la ocasión, cientos de pájaros se elevaban entre la multitud.

Los recién casados se dirigieron a la capital, Florencia en un viaje de tres días en los que visitaron Alessandria, Piacenza, Parma, Módena y Bolonia.

La ciudad todavía estaba dividida entre la población proborbónica y la favorable a los nuevos gobernantes, y se pensó que establecer allí la corte de los futuros monarcas haría entender que los Saboya extendían sus intereses, no limitándolos sólo a Piamonte.

A las 22:45 nació un varón, siendo bautizado inmediatamente con los nombres de Víctor Manuel Fernando María Genaro.

El parto fue muy complicado, tuvo que hacerse una cesárea y la princesa no pudo volver a tener más hijos.

Sin embargo, hubo muchas celebraciones y el príncipe Humberto proporcionó una subvención de 100.000 liras para los pobres.

Los futuros soberanos tuvieron que trasladarse a donde se jugaba ahora el equilibrio político del país.

La recepción fue mayor y más cálida que la reservada para el rey: la lluvia no impidió que una gran multitud se reuniera para saludar a los príncipes herederos, y Margarita no escatimó un gesto para atraer las simpatías de la población.

Ordenó que el carruaje fuera visible y «los aplausos», dicen los contemporáneos, «llegaron al cielo».

El duque Lante della Rovere y Michelangelo Caetani también apoyaron la monarquía de los Saboya.

A veces, figuras políticas opuestas también fueron invitadas, como cuando en 1875 el republicano Giovanni Nicotera bailó una cuadrilla con Margarita.

En el carnaval de 1872, la princesa también acudió a los bailes organizados por los Doria, los Pallavicino, los Sforza Cesarini y los Caetani.

Como testimonio del cariño y el afecto que los unía, la niña se llamó Margarita.

Antes de convertirse en reina, hizo una importante gira que la llevó a San Petersburgo y Viena en 1876.

En La Spezia presenciaron la botadura del barco Dandolo, y unos días más tarde regresaron a Turín.

Esta última ciudad preocupaba a los reyes, que temían una fría bienvenida en la cuna del republicanismo y las asociaciones trabajadoras.

No fue así: en la estación fueron recibidos por cuarenta banderas de las asociaciones trabajadoras, y la bienvenida superó las expectativas.

En Bolonia, la reina conoció al poeta Giosuè Carducci, iniciando una amistad que dará lugar a la famosa oda Alla regina d'Italia, escrita días después de su primer encuentro, y otras obras dedicadas y frecuentes reuniones durante el verano, cuando ambos eligieron las montañas del Valle de Aosta.

Si en Florencia hubo una bienvenida menos triunfal, fue en Foggia donde ocurrió un episodio que puede ser visto como el precedente del atentado napolitano.

Al comienzo del matrimonio, Margarita aguantó mal la situación y dos años después de su boda, la pareja interrumpió sus relaciones matrimoniales.

En su honor, el duque de los Abruzzos bautizó con su nombre la Punta Margherita en los Alpes y la cima Margherita, el punto más alto del monte Stanley, la tercera montaña más alta de África.

Margarita de joven con su hermano Tomás y sus tutores en los años 1860.
La princesa Margarita de Savoya-Génova a caballo en el castillo de Racconigi .
Boda de Margarita y Humberto en la catedral de Turín .
Margarita de Saboya en una fotografía de 1868, año de su matrimonio.
Cuna de Víctor Manuel III, Domenico Morelli , Palacio Real de Caserta .
Margarita y Humberto durante su residencia napolitana.
La reina Margarita con el príncipe Víctor Manuel en Chioggia , verano de 1876.
Retrato de Su Majestad la Reina Margarita , de Cesare Tallone , 1890 (óleo, 267x145 cm, palacio Chiablese ).
El regicidio de Humberto I en una postal de la época.
El rey Humberto I de Italia y la reina Margarita bajando la escalinata de la Villa real de Monza .
La reina Margarita en una fotografía oficial de 1908, como reina madre.