Allí frecuentaba la corte de los Romanov y colaboraba con la revista literaria rusa Nedelja publicando poesía.
Siendo ortodoxa, Elena, por razones de conveniencia política y para complacer a la reina Margarita, abjuró de su fe antes del matrimonio y se convirtió al catolicismo, aunque su padre Nicolás de Montenegro habría preferido que la conversión tuviera lugar después del matrimonio.
Para el evento se ideó un sello conmemorativo, conocido como la Nozze di Vittorio Emanuele III (Boda de Víctor Manuel III), pero nunca fue emitido, y solo se distribuyeron escasos ejemplares en forma de un ensayo.
En 1903 su pasión por el arte la llevó a presionar para que se creara una nueva serie de sellos utilizando como bocetista al pintor Francesco Paolo Michetti a quien dio indicaciones gráficas muy precisas.
Los bocetos dieron como resultado el sello conocido como Michetti a destra, que ilustraba la efigie de Víctor Manuel III mirando hacia la derecha.
Financió obras benéficas para enfermos de encefalitis, madres pobres, tuberculosis, excombatientes, etc.
Durante la guerra mundial, Elena fue enfermera a tiempo completo y, con la ayuda de la reina madre, transformó en hospitales tanto el Quirinal como la Villa Margherita.
En sus memorias, la reina escribe que estuvo presente el 25 de julio en Villa Ada cuando Víctor Manuel hizo arrestar a Mussolini.
El arresto del Duce le causó gran indignación, quien reprochó a su marido el haber realizado un acto indigno de un soberano, afirmando que su padre Nicolás nunca aceptaría realizar un acto tan deshonroso.
La pareja real se exilió a Alejandría, donde tomaron residencia en un palaceta al que llamaron Villa Jela.
La Amaro Montenegro, una famosa bebida alcohólica italiana, fue nombrada en honor a la reina tras su boda, en 1896.
La figura de Elena también llegó a la imaginación de escritores, como Antonio Fogazzaro, Luigi Capuana, Vittorio Bersezio e incluso poetas como Giovanni Pascoli.
Gabriele d'Annunzio la cantó en la 4a "Oración por El Adviento" del "Laudi del Cielo, del Mar, de la Tierra y de los Héroes", y Diego Calcagno la recordó en el momento de su muerte: Bruna e severa nell'oleografia/della seconda classe elementare/illuminavi la mia fantasia/con il diadema dalle perle rare./San Rossore, Sant'Anna di Valdieri,/canne da pesca sopra la marina/i figli piccoletti, sembra ieri:/Giolitti, il terremoto di Messina./...Alta, serena, pare ancor che sali/sopra la nave nella dolce brezza,/Regina della nostra fanciullezza/e dei vegliardi risorgimentali:/Te ne sei andata, ma con Te scompare/tutta un'Italia dentro la voragine,/ ci specchiavamo nella Tua immagine/dignitosa, felice e familiare./Le tube, la fanfara, i bersaglieri/ col fiocco, la sirena del vapore,/ erano i tempi del bel suol d'amore,/del Polo Nord, dei limpidi pensieri./Tutto è finito.
Come nella vita/fosti discreta, silenziosa e assorta/così, Regina mia, Tu sei partita/e così, nell'esilio, Tu sei morta./Il passato che odora di cedrina/oramai vibra dell'amor per Te.../Ma se si vive male senza il Re,/come si vive senza la Regina?.
Ada Negri también recordó a la reina Elena en El Anillo de Acero: "...Le tue donne,/Italia: dalla grande incoronata/all'umile che d'erba s'inghirlanda``".
En 1909 se llamó con su nombre a un departamento de obstetricia autónomo en Milán, inicialmente llamado "Asilo Regina Elena", hoy en día este departamento se ha convertido en el Instituto de Obstetricia-Ginecología y Pediatría Reina Elena, conocido por los milaneses como "Clinica Regina Elena", hoy incluido en la fundación del Hospital Mayor de Milán.