Su matrimonio era un arreglo dinástico, y fue considerado en general sin amor.
Cuando se descubre la unión, el escándalo es contundente lo que enfureció tanto su cuñado, el rey Víctor Manuel II de Italia, que le ordenó al exilio virtual y le prohibió ver a sus dos hijos.
Finalmente ella pudo volver a reunirse con sus hijos.
Los rumores de la corte habían insinuado a menudo que su matrimonio era infeliz, y el suicidio añadió más leña a estas historias.
Isabel no tuvo hijos de su segundo matrimonio.