En esa primera ocasión, se la llegó a dar por muerta, tras un colapso de varias horas y una larga convalecencia.[3] En Segovia, María comenzó su primer amor (posteriormente, prohibido) con su primo, Miguel Pizarro, entre 1917 y 1921, año en el que la familia intervino y él fue enviado a Japón, como profesor de español en la Universidad de Osaka.Aún con todo, no pudo evitar que los estatutos de aquella empresa orteguiana y las siglas FE fuesen usadas por Falange Española.[16] Ocho meses después, en plena guerra civil española, regresan a España, el mismo día en que cae Bilbao y comienza la diáspora intelectual española; a la pregunta de por qué vuelven si la guerra está perdida, responderán: «Pues por esto, por esto mismo».La II Guerra Mundial le impide reunirse con su madre enferma y su hermana Araceli, que sobreviven en el París ocupado por los nazis.[nota 11] Durante aquel periodo, María Zambrano trabó amistad con el intelectual francés Albert Camus, quien le brindó su apoyo para que Zambrano pudiera publicar una traducción de su obra El hombre y lo divino en la editorial Gallimard: este proyecto quedaría truncado por la muerte accidental de Camus en 1960.[21] Su economía y salud, siempre débiles, se vieron confortadas por la generosidad de Timothy Osborne.[23] Al contemplar por primera vez la vieja casa de «La Pièce», en el Jura francés, María dijo: "Parece un convento abandonado, pero tiene gracia"...La muerte de su hermana le hizo abandonar su casa del bosque, a la que no volvería hasta dos años después.Se dedicó a la escritura y la reflexión profunda sobre temas centrales de su carrera.Entre las más destacadas, Claros del bosque (1977), una obra monumental que refleja su pensamiento maduro y su mirada única sobre la existencia humana.En este, coincidiendo con el 120º aniversario del nacimiento, investigadores localizaron nuevos textos y aportaron más datos biográficos sobre ella.Para María Zambrano la filosofía empieza con lo divino, con la explicación de las cosas cotidianas, con los dioses.La razón-poética se construye como el método adecuado para la consecución del fin propuesto: la creación de la persona.La respuesta viene a ordenar el caos, hace al mundo transitable, amable incluso, más seguro.Cada vez que un dios muere sucede, para el hombre, un momento de trágico vacío.El racionalismo, como todo absolutismo, de alguna manera mata a la historia, la detiene, porque realiza la abstracción del tiempo.Pero Zambrano advierte: «si una tal vigilia se cumpliera a la perfección, el sujeto soberano pasaría su vida en estado de sueño».La razón poética nace como un nuevo método idóneo para la consecución del fin propuesto: la creación de la persona individual.Si ponemos de ejemplo a un niño pequeño, el niño quiere, ama, siente dolor, pero no es consciente de ello (porque tiene el ser, pero aún no ha desarrollado la conciencia) hasta que poco a poco, se va dando cuenta de qué es cada cosa y logra descifrarla (cuando se le desarrolla la conciencia y consigue descodificar su ser).La acción ética por excelencia es abrir camino, y esto significa proporcionar un modo de visibilidad, pues lo propiamente humano no es tanto ver como dar a ver, establecer el marco a través del cual la visión —una cierta visión— sea posible.Acción ética, pues, al par que conocimiento, ya que al trazar el marco se abre un horizonte, y el horizonte, cuando se despeja, procura un espacio para la visibilidad.La razón-poética, esencialmente metafórica, se acerca sin apenas forzar el paso, al lugar donde la visión no está in-formada aún por conceptos o por juicios.Rítmicamente, la acción metafórica traza una red comprensiva que será el ámbito donde la razón construya poéticamente.La realidad habrá de presentarse entonces reticularmente, pues este es el único orden posible para una razón que pretende la máxima amplitud y la mínima violencia.Esta verdad no se revela ni manifiesta en cualquier forma de lenguaje, sino en la palabra poética.[40] Además en esta localidad se encuentra la Fundación María Zambrano, con su sede en el Palacio de Beniel.[41] En 2004, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, fue reconocida como Autora del Año en Andalucía y, con ese motivo, el Centro Andaluz de las Letras organizó diferentes actividades divulgativas en torno a su figura y su obra, entre otras la exposición itinerante 'María Zambrano: la aurora del pensamiento'.Esa misma institución editó una Antología Breve a cargo del catedrático Juan Fernando Ortega Muñoz y, de forma más reciente, ha editado el Cuaderno didáctico María Zambrano, obra de María Luisa Maillard, para su distribución en centros educativos.La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima posee un buque llamado María Zambrano (BS-22).
Programa del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura
Placa puesta en enero de 2004 en la última casa que María Zambrano habitó en Madrid, entre 1984 y 1991. En ella puede leerse una cita de la pensadora española: «Solamente se es de verdad libre cuando no se pesa sobre nadie; cuando no se humilla a nadie. En cada hombre están todos los hombres».
Cubierta de
Horizonte del Liberalismo
, de María Zambrano. Portada original de la primera edición de 1930.