Manlio Francia

Recibió un violín de regalo cuando tenía cinco años y comenzó a estudiar música.

Cuando Pracánico se fue del conjunto por razones personales, Francia pasó –por primera y única vez en su vida- a dirigir una orquesta después trabajó un tiempo en la orquesta de Fresedo que grabó varios temas de su autoría.

[4]​[5]​ A mediados de la década de 1920 Fresedo decidió no renovar su contrato con la discográfica RCA Victor por un desacuerdo y Francia, al igual que los otros músicos, quedó momentáneamente sin trabajo hasta que apareció una nueva propuesta de la grabadora cuando salió a competir con el sello Nacional-Odeon y decidió formar una orquesta propia denominada Orquesta Típica Victor, para lo cual contrataron a Adolfo Carabelli como su asesor y director.

[6]​ La orquesta estaba fundamentalmente volcada al género del tango, pero también grabó más de cuarenta rancheras, otros tantos valses, aproximadamente quince foxtrots y algunas pocas milongas, además de corridos, pasodobles y polcas.

Algunos de los títulos que se recuerdan son Caramelito, Coperito, Dame un besito (1931), Elena, Fantasías, Fuego lento, Luis María, Maco, Maldita visión, que le grabó Carlos Gardel (1925), El nochero, con letra de Enrique Cadícamo, (1930), Pasionaria (1927), Los perros antiguos (1918), su primer tango; Queja campera, (1923), Qué racha, Ramas de sauce, Sangre azul (1922), Sol y sombra, Toda para mí (1926) y El virtuoso.