Creció en un departamento ubicado en un edificio en la avenida Callao y Bartolomé Mitre en cuya planta baja estaban las oficinas de la Casa Max Glücksmann.
Aficionado desde chico a la música del tango, aprendió a tocar el bandoneón con Pedro Maffia y se perfeccionó en teoría y solfeo con Sebastián Piana.
[4] Entre sus trabajos publicados se recuerdan especialmente El bandoneón: voz del tango, Deslinde entre dos guardias, Perfiles del tango, El octeto Buenos Aires, El octeto del tango, Los sextetos inolvidables, Historia de la orquesta típica.
[2] Es el autor de varios capítulos de la colección Historia del Tango publicada por Editorial Corregidor: Vicente Greco;[5] Agustín Bardi;[6] La escuela decareana;[7] Elvino Vardaro[8] y Orlando Goñi, el pianista olvidado.
[9] Sierra fue corresponsal de la revista La música Iberoamericana, de Tokio (Japón) y tuvo a su cargo la producción del programa Nuestro tango es así, que desde 1956 se transmitió en las radios El Mundo, Belgrano, Libertad y Del Pueblo.