Las negociaciones más prometedoras tuvieron lugar en 1600, cuando una misión diplomática polaca encabezada por Lew Sapieha llegó a Moscú.[2] Transformar el Zarato ruso en una república modelada acorde a la Mancomunidad de Polonia-Lituania resultó ser un proyecto demasiado ambicioso.Durante el interreino, fueron enviadas dos embajadas (encabezadas por Michał Harraburda, pisarz litewski, y Jędrzej Taranowski) de Polonia a Moscú para mantener conversaciones.Tarde o temprano, la indignada facción pro-Iván, liderada por Jan Sierakowski, hizo una declaración en el Sejm: "El Gran Príncipe de Moscovia sería la mejor elección para ser rey, pero debido a su silencio estamos obligados a olvidarle y no mencionarle de nuevo".Encontró un elevado apoyo entre los lituanos, pero los polacos demandaron varias concesiones entre las cuales estaba la conversión al catolicismo de Teodoro, algo impensable.[2] Al ver el caos que sobrevino en Rusia con las dudas sobre la legitimidad de Borís Godunov, el llamado Período Tumultuoso ruso, los polacos iniciaron una intervención armada, conocida como la Guerra Polaco-Moscovita (1605-1618) o, en Rusia, la Intervención polaca de finales del siglo XVII.Sin embargo, Vladislao nunca fue oficialmente entronizado y su rápida elección ha pasado a la historia como uno de los acontecimientos del Periodo Tumultuoso.Teniendo en cuenta la división religiosa, entre el catolicismo y las iglesias ortodoxas orientales parece improbable que se considerara seriamente esta opción.