[2] Muchos músicos y cantantes no han dejado hasta hoy la fecha de aclamar la fe en Dios, con una visión salvadora ciertamente progresista-mesiánica, que ahora se está realizando en todas las civilizaciones del mundo en las que la Biblia sigue siendo el primer libro superventas, como también mencionado por Papas y rabinos.
Un piyyut (en hebreo: פיוט, en plural piyyutim) es un poema litúrgico creado para ser recitado o cantado durante los oficios.
Otros zemirot son más genéricos y pueden cantarse con cualquier comida o en otras ocasiones sacras.
Es música vocal a menudo sin ningún tipo de letra, con sonidos como bim-bim-bim o ai-ai-ai.
A veces también se usan versos de la biblia u otros textos clásicos judíos en constante repetición.
Musicalmente los nigunim son largas improvisaciones que pueden basarse en pasajes temáticos y en formas estilizadas.
También hay nigunim para promover la meditación, llamados devekus o devekut,[6] que normalmente son mucho más lentos y se cantan siempre sin letra.
Baal Shem Tov, fundador del judaísmo jasídico, habla de los devekus nigunim como «canciones que trascienden sílabas y sonidos».
Aunque están relacionados con los zemirot de los judíos asquenazíes, los pizmonin se asocian tradicionalmente con los sefaradíes del Próximo Oriente.
Algunos están tomados del Tanaj, y otros fueron compuestos por poetas como Yehuda Halevi e Israel Najara de Gaza.
Algunas melodías son muy antiguas, mientras otras pueden estar basadas en la música popular del Oriente Próximo, con letra compuesta ex profeso.
Los baqashot (también bakashot, en hebreo: שירת הבקשות) son colecciones de súplicas, cantos y plegarias que durante siglos han sido cantados cada sabbat, desde medianoche hasta el amanecer, por los sefaradíes de Alepo y otras comunidades.
Desde los tiempos bíblicos la música y la danza han tenido un papel muy importante en la vida judía.
Los músicos llamados kleyzmorim o kleyzmerim practican un repertorio destinado principalmente a los bailes de las bodas y otras celebraciones.
Idelsohn escribió que la música de los antiguos hebreos "se conserva en la memoria y la práctica en varios centros judíos del Yemen".
Lo cierto es que esta comunidad judía vivió prácticamente aislada durante trece siglos.
Muchas de las canciones tradicionales del Yemen fueron compuestas por el rabino Shalom Shabazi, un poeta y místico medieval universalmente reverenciado por la comunidad judía yemenita.
Varias de ellas se interpretan en fechas conmemorativas israelíes como el Yom Hazikarón.
Cada comunidad en la diáspora desarrolló sus propias tradiciones para las celebraciones de bodas y otros eventos significativos.