Luis Enríquez de Guzmán

[1]​ Durante su gobierno las pestes diezmaron la población indígena, logró sanear la Hacienda Real y aprovechar la bonanza económica impulsando en Nueva España la explotación minera.

Durante su gobierno, en el mediodía del 13 de noviembre tuvo lugar un terrible terremoto que estremeció Lima y destruyó Callao, causando grandes daños materiales y humanos.

Pasó grandes apuros para mitigar el desastre y conseguir devolver todo a la normalidad.

Afrontó y redujo la sublevación iniciada en Tucumán por Pedro Bohórquez, combatió a los mapuches, quienes saquearon Valdivia y Concepción, y se descubrieron en 1657 los minerales de Laicacota, cuya explotación originó el auge de Puno.

Los problemas ocasionados llegaron a tal punto que un día tuvo que abandonar la misa ante una lluvia de insultos, siendo calificado como el Virrey hereje.