La acción siguiente ocurre en la casa de Cacarizo, otro joven de la pandilla, donde su hermana Meche, accidentalmente, encuentra escondido en el corral a Jaibo quien se le insinúa, listo para pasar la noche entre los animales; al mismo tiempo Pedro pide permiso a Cacarizo para pasar la noche él y Ojitos también en el corral.
Dentro del corral los tres, Jaibo, Pedro y Ojitos, toman leche de los animales.
Al encontrarlo, y a base de engaños, lo atraen hacia un baldío donde Jaibo le recrimina haberlo delatado.
Al subir de tono la discusión, debido a que Julián niega el hecho, Jaibo golpea en la cabeza a Julián con una piedra quien se desmaya y muere después de recibir varios golpes.
Este retraso levanta las sospechas de Cacarizo, quien los nota nerviosos y esquivos.
Más tarde, durante la noche, Pedro regresa a casa y tiene un sueño perturbador en dónde su madre le ofrece de cenar unas vísceras a éste, vísceras que Jaibo le arrebata saliendo por debajo de la cama donde yace el cadáver de Julián, mientras Pedro le promete a su madre enmendar su vida por medio del trabajo y la obediencia.
El padre de Julián recorre desconsolado las calles, encontrando a Pedro y preguntando por su asesino.
Mientras tanto Pedro intenta recobrar la estima de su madre trabajando en la cuchillería pero sus buenas intenciones son frustradas por el robo del cuchillo por parte de Jaibo, siendo acusado Pedro, quien es arrestado por ello y enviado a una granja escuela.