[1] Durante la Crisis de julio que siguió al asesinato del archiduque Francisco Fernando Berchtold quiso aparecer más enérgico y decidido en castigar a Serbia.[2] Incluso si la guerra se extendía y participaba Rusia, Berchtold sabía que contaba con el apoyo de Alemania.[3] El emperador se encontraba en el balneario de Bad Ischl cuando recibió la respuesta del ultimátum.[4] Berchtold no ocupó ningún cargo público durante la guerra, aunque fue un influyente consejero del heredero al trono y luego emperador Carlos.[4] Tras la contienda, se retiró a vivir una vida tranquila en sus tierras que poseía en Hungría hasta su muerte en 1942.