En su análisis geográfico comarcal, Carles Rodrigo Alfonso (Valencia, 1964) completa la red hidrográfica con una reseña de las fuentes locales, muy abundantes pero en gran parte con caudales reducidos: «la práctica totalidad de estos manantiales han sido tradicionalmente objeto de uso para consumo agrario o humano».[2] Adosado al muro de la entrada hay un panel informativo que recoge un texto de Camila Mileto y Fernando Vegas (2008), relativo a los lavaderos y las mujeres:Respecto al lavado de la ropa, los puestos más demandados eran los más próximos a la salida de la fuente, por el contrario de los últimos, reservados a las mujeres en cuya casa había alguien enfermo, ello en prevención de contagios.Se halla fuera de la población, al otro lado del río Turia, en la margen izquierda del río, junto al antiguo camino de Casas Bajas a Casas Altas.[5] Respecto a la estructura general de los lavaderos en la zona, los mismos autores anotan: