El interior de África seguía estando en gran parte inexplorado y Las minas del rey Salomón, la primera novela de aventuras africanas publicada en Inglés, cautivó la imaginación del público.
Investigaciones posteriores han demostrado que el sitio en Timna no estaba en uso durante el siglo X a. C. Haggard conocía África y había viajado por el continente como funcionario del gobierno colonial británico entre los años 1875 y 1880, durante la guerra anglo-zulú y la primera guerra bóer, donde había quedado impresionado por las vastas riquezas minerales de África del Sur y por las ruinas de antiguas ciudades perdidas al descubierto, como Gran Zimbabue.
El inglés Henry Curtis está decidido a ir en busca de su hermano George, desaparecido en una expedición en África, cuyo objetivo era encontrar los legendarios tesoros del rey Salomón.
Para ello, Curtis recluta al conocido explorador y cazador Allan Quatermain y a la búsqueda se une el retirado capitán de marina John Good, ya que sus conocimientos de navegación serán útiles en el desierto.
Al llegar a la cordillera de Solimán, son atacados por una tribu gobernada por el tiránico rey Twala que tiene de asesora a una bruja, sin embargo los "tubos que matan" (escopetas), logran salvarlos y son conducidos ante el Rey.