Deyanira, hija de Eneo, explica cómo era pretendida por el río Aqueloo hasta que este fue derrotado por Heracles, hijo de Zeus y Alcmena.
Deyanira y Heracles tuvieron dos hijos, Macaria e Hilo, pero él apenas los veía porque siempre estaba fuera de su casa ocupado con sus trabajos.
Deyanira, aconsejada por una esclava, envía a Hilo, su hijo, en busca de su padre.
Hilo sale en busca de su padre dispuesto a ayudarle si fuera necesario.
El coro de doncellas traquinias intenta tranquilizar a Deyanira con el argumento de que Zeus reparte alegrías y miserias entre los mortales pero se preocupa por sus propios hijos.
El heraldo explica que Heracles se encuentra aún en Eubea realizando ofrendas en honor a Zeus.
Llega Hilo en ese momento y relata cómo Heracles se puso el peplo que le había dado Licas como regalo de Deyanira.