Carles Riba

Estudió Derecho, Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde adquirió una importante formación helenística.

Se casó en 1916 con la también poetisa Clementina Arderiu, a la que había conocido en unos Juegos Florales.

Tras estos congresos, su correspondencia con Ridruejo mostró el interés que la cultura catalana despertaba en los sectores más inquietos del panorama literario español.

Su poesía establece la voluntad de tratar el amor como elemento poético, con unas referencias cultas que mostraban su vastísima cultura clásica y anglogermánica.

Por un lado, el más evidente es el de los clásicos griegos, con especial acento en Homero, pero también es evidente el influjo del renacentismo valenciano (Ausías March) o italiano (Petrarca y Dante) o de la poesía moderna catalana (Josep Carner).

Su archivo personal fue depositado por sus herederos, los hermanos Riba i Arderiu, en el Arxiu Nacional de Catalunya en 1992.

Tumba de Carles Riba y Clementina Arderiu en el Cementerio de Sarriá.