El topónimo Lario podría derivar del euskera larre on, que significa “pasto bueno”.
El topónimo Lario también podría proceder del nombre romano LARIUS, que sería el nombre del posesor romano, especie de colono agrícola, que se encargaba de la explotación agraria en la zona.
[6] La existencia del nombre latino Larius en la península ibérica está acreditada por la inscripción encontrada en Estepa (Sevilla) en la que Quintus Larius Niger, decenviro -magistrado extraordinario- máximo dedica una estatua al emperador Tiberio y a su hijo Druso, en el año 15-20 d. C.[7] El cognomen Niger (Negro) sugiere un origen africano del personaje.
[11][12] Está situado a una altitud de 1.140 m s. n. m. y a la orilla del río Esla, en el curso alto del mismo, que discurre por el valle de Valdeburón; situado sobre una gran vega formado por dicho río, donde hay grandes prados verdes, y un pequeño lago.
Tales parajes constituyen el hábitat privilegiado que alberga numerosas especies de mamíferos de tamaño medio, tales como el ciervo, el rebeco, el corzo, el jabalí, el lobo, el zorro o, más al norte, algún oso pardo que conviven con ardillas, liebres, martas, nutrias, comadrejas, tejones o gatos monteses.
Especies aladas de mayor envergadura como el buitre común, el águila real, el milano real, el cuervo, el búho, la lechuza o la cigüeña comparten los cielos con, entre otros, perdices, codornices, jilgueros, tordos o vencejos.
Los monumentos Cabe destacar la iglesia, construida en el siglo XV en la parte baja del pueblo.
Al igual que otros templos de la comarca presenta una torre campanario exenta.
San Antonio, el 13 de junio, es venerado por ser el patrón del pueblo, y por ello se celebra a una eucaristía en su honor.
En cuanto a la iniciativa privada, existen dos bares-restaurantes, dos alojamientos rurales, una serrería y una farmacia.