[3] Llaranes se encuentra situada en el extremo suroriental del municipio de Avilés.
De esta época es también el propio topónimo, que los especialistas enlazan con el antropónimo Larius y que, en época medieval, evolucionaría a Leranes y, más tarde, a su forma actual de Llaranes.
En los años 2002 y 2010 se realizaron sendas campañas arqueológicas que sacaron a la luz los restos de una necrópolis de origen medieval, cuya ocupación se extendió durante la Edad Moderna.
El aviso surtió efecto, pues en 1773 ya figura como iglesia de asilo.
En el siglo XVIII, casi como precursor del desarrollo industrial que alcanzaría Llaranes con la dictadura franquista, se fundó el Martinete del Castañedo de Zaldúa, que llegó a ser uno de los establecimientos metalúrgicos más importantes de la época en el concejo, dedicado al procesamiento del cobre.
Del proyecto de construcción se encargaron los arquitectos Juan Manuel Cárdenas Rodríguez y Francisco Goicoechea Agustí, que plantearon un diseño ideal que combina los edificios residenciales (situados en núcleos jerárquicos diferenciados entre sí, en función del puesto que ocupasen sus inquilinos en la fábrica), las construcciones de uso para la comunidad y amplias zonas ajardinadas que constituyen, hoy, una de sus principales señas de identidad.
Este modelo paternalista contempló la construcción de edificios articulados en torno a patios (llamados "pabellones" y "pantallas") que alojaron a los obreros en viviendas de unos sesenta metros cuadrados.
En el extremo norte del poblado se situaron las viviendas para los capataces y en la parte más alta, ya en el barrio cercano de La Rocica, se crearon dos poblados dedicados a cargos intermedios.