En la actualidad sus instalaciones conservadas en activo pertenecen a la multinacional ArcelorMittal.
El complejo siderúrgico constituye un ejemplo representativo de la arquitectura industrial española.
[6] En 1994 pasó a llamarse Corporación Siderúrgica Integral (CSI) y en 1997 Aceralia.
Posteriormente, se fusionó con Arbed y Usinor, dando lugar a Arcelor, uno de los grupos siderúrgicos más importantes del mundo.
[7] También los inmuebles vinculados a la estética del Movimiento Moderno se han incorporado, en buena parte, al inventario de la Fundación Docomomo ibérico.
[8] Participaron en el proceso arquitectónico de erección de la factoría y sus poblados los arquitectos Francisco Goicoechea Agustí y Juan Manuel Cárdenas Rodríguez, además de los ingenieros Amalio Hidalgo y Carlos Fernández Casado.
Los inmuebles de interés conservados cuentan, en parte, con protección patrimonial en el Catálogo Urbanístico de Avilés y han sido reutilizados para nuevos usos industriales o municipales.
Otras muchas instalaciones se encuentran abandonadas o han sido derribadas, y otras infraestructuras mantienen su uso primigenio como las dedicadas a la captación, conducción y suministro de aguas para la refrigeración de las instalaciones siderúrgicas, hoy en manos de ArcelorMittal.