Posteriormente la empresa pública se hace con el control del C. D. Llaranes, nombra presidente a Juan Muro de Zaro y Durán,[2] un economista navarro de ENSIDESA.
Durante su presidencia, en 1981, renombra el campo con su primer apellido: "Muro de Zaro".
Esta última denominación estuvo vigente hasta 2009, en que el Ayuntamiento de Avilés recupera el nombre original.
El campo fue poco a poco dotándose (gracias al dinero público con el que se financiaba el club) de gradas cubiertas, vallas e iluminación, todo un lujo para un equipo de Tercera División en la época.
Entre 1990 y 1999 también fue el campo de juego del Real Avilés Club de Fútbol, al recuperar la Segunda División y obligar la reglamentación del momento a jugar en un campo con vallas e iluminación.