La tierra de Alvargonzález

[1]​ Aparecido por primera vez en 1912, dentro del poemario Campos de Castilla, fue revisado por el autor y publicado en un cuadernillo independiente en 1933, editado en Madrid por el impresor malagueño Manuel Altolaguirre, y con un dibujo del escenógrafo Santiago Ontañón ilustrando su cubierta.

[2]​ El cuadernillo, a modo de libreto teatral de 15,5 x 21 cm, tenía 16 páginas; y en la contracubierta se leía en letras mayúsculas este aviso «Homenaje del teatro universitario La Barraca, al gran poeta español don Antonio Machado».

Quedan ejemplos de cuadernillos impresos en diferentes colores (verde, amarillo, rosa, azul).

[7]​ Dichos manuscritos o borradores muestran algunos aspectos interesantes de la construcción del largo poema, como la duda entre versos alejandrinos u octosílabos (métrica más romancera que acabó por imponerse en el conjunto de la obra).

Según Machado fabula en la versión en prosa del romance,[2]​ la leyenda de Alvargonzález le fue descubierta por un campesino, el transcurso del viaje en caballerías ente Cidones y Vinuesa: “Por aquel sendero —me dijo el campesino, señalando a la diestra—, se va a las tierras de Alvargonzález; campos malditos hoy; los mejores, antaño, de esta comarca”.

Vista parcial de la Laguna Negra en Picos de Urbión.