El fresco está suspendido a 55 metros de altura en la rotonda y cubre un área de 433.3 m².
Las figuras pintadas tienen un tamaño de hasta 4.6 m y son visibles desde el suelo.
El domo fue completado en 1863 y Brumidi lo pintó en el transcurso de 11 meses, hacia el final de la Guerra Civil.
Brumidi trabajó durante tres años en el Vaticano para el papa Gregorio XVI y como artista de palacios y villas para distintos aristócratas, incluyendo al príncipe Torlonia.
Emigró a los Estados Unidos en 1852 y pasó gran parte de los últimos 25 años de su vida trabajando en el Capitolio.