Criado en la pobreza, el joven Juan se convirtió en un líder carismático muy venerado por sus seguidores.Un ejército apoyado por los católicos, dirigido por Franz von Waldeck, príncipe-obispo de Münster, Osnabrück y Minden, sitió la ciudad de Münster tras la toma del poder por los anabaptistas.Esto, junto con su carisma, mantuvo segura su posición en la ciudad hasta la derrota final a manos del príncipe obispo.Su lema era: "Gottes macht is myn cracht" [3] (El poder de Dios es mi fuerza).Después, el verdugo lo ató a la hoguera para que no pudiera suicidarse.Tras la quema, se les arrancó la lengua con unas tenazas antes de matarles con una daga ardiente clavada en el corazón.La opinión convencional es que Juan de Leiden estableció en Münster una teocracia.