Entre los integrantes de esa logia se encontraban Luis J. García, su principal promotor, Pedro Pablo Ramírez, Manuel A. Rodríguez, Benjamín Menéndez, Arturo Rawson y Rodolfo Márquez.
[5][6] Adhirió al golpe de Estado que en 1943 derrocó al presidente Ramón Castillo y el general Arturo Rawson que asumió la presidencia le ofreció el Ministerio de Obras Públicas,[7] repartición conocida por sus siglas M.O.P.
pero no llegó a asumirlo pues Rawson fue depuesto el 6 de junio y reemplazado por el general Pedro Pablo Ramírez.
Si bien Perón había prometido mantenerlo para su segundo gobierno, a último momento decidió reemplazarlo por el ing. Roberto M. Dupeyrón, funcionario de la MCBA.
[10][11][12] y amenazó con renunciar cuando los aliados exigieron la deportación de Freude, cuya relación con el gobierno alemán se sospechaba.
[2][6] Pistarini buscó extender las áreas de acción del MOP e intentó imponer un estilo de gestión pragmático y enérgico que tendía a valorar la rapidez y la eficiencia por sobre la burocracia, anulando o desconociendo las atribuciones de coordinación y control que ejercían diversos profesionales, lo que le produjo varios enfrentamientos con los ingenieros del ministerio.
[4] Durante su gestión se priorizaron las obras destinadas a la construcción del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y las que favorecían a la naciente Flota Fluvial del Estado (creada en 1946), demostrando que su interés se centraba en los sectores donde el gobierno ocupaba un rol protagónico en la producción, en contraposición al tipo de obras realizadas principalmente en la década del ´30, donde el Estado sólo se limitaba a construir la infraestructura necesaria para beneficiar el desarrollo de la explotación privada.
Su nacionalismo y su admiración por Alemania no le impedían afirmar que Estados Unidos se había convertido en el centro de la técnica moderna tras la Segunda Guerra Mundial y una de sus mayores preocupaciones era que los profesionales del ministerio viajaran al país del norte para interiorizarse en las nuevas técnicas.
Proyectó la construcción de un túnel subfluvial bajo el Riachuelo, entre Avellaneda y la Capital Federal, aprobado en 1948 como reemplazo del viejo Puente Pueyrredón.
La opción más rápida y económica era la construcción de un nuevo puente, sin embargo, Pistarini no quería obstaculizar la navegación del Riachuelo.