En su período como oficial subalterno de Infantería estuvo destinado en el Colegio Militar.
Su labor intelectual editada comenzó ya en 1913, con una traducción publicada probablemente por el mismo Colegio Militar donde en esa época revistaba.
Otras traducciones le fueron requeridas para la Biblioteca del Oficial, fundada por el Círculo Militar.
El tomo II, de los mismos traductores, sería publicado como volumen XV.
Casi por excepción queda impreso su nombre en las publicaciones que efectuaba y cuando aparece, lo es por algún motivo especial.
Corresponden a los volúmenes CIII y CIV de la Biblioteca del Oficial.
El tercero, con el mismo título pero referido específicamente a las batallas de frontera en el oeste (volumen CXXI) apareció años después.
En el legajo correspondiente, firmadas por el ministro de Guerra, se anotan los siguientes conceptos: "En el transcurso del presente año, ha ratificado las brillantes dotes que lo adornan, habiendo desempeñado con la máxima eficiencia, sereno criterio, ponderable juicio y acendrada abnegación los puestos de mayor responsabilidad del Ejército.
En su labor como comandante en jefe y jefe del Estado Mayor General ha destacado su personalidad moral, intelectual y de carácter en todas las tareas realizadas de la defensa nacional, por lo que lo hacen acreedor a mi más profundo reconocimiento personal y el de toda la Institución Armada."
El conocido desencadenante fue el descontento con la política del vicepresidente, coronel Juan D. Perón, quien dejó su puesto.
[5] Después fue presidente de la delegación argentina hasta 1948, pasando a retiro.
En estas circunstancias reapareció Becke al igual que otros altos jefes militares.
En el prólogo de la obra publicada manifestó que no perseguía finalidad política alguna, agregando que: «He limitado mi actividad política al cumplimiento de las determinadas por la ley para todo ciudadano, aunque he seguido siempre con lógico interés los problemas de ese orden, dado su incidencia sobre la vida nacional.
Firman el veredicto los tenientes generales Diego I. Mason, Benjamín Rattenbach, Laureano Orencio Anaya y Juan Carlos Sanguinetti y el general de división Luis César Perlinger.