[1] Según la tradición judía, el libro se atribuyó a Josué, con añadidos de los sumos sacerdotes Eleazar y Fineas,[2][3] pero los eruditos modernos la consideran parte de la Tradición deuteronómica, que abarca desde el libros del Deuteronomio hasta 2 Reyes, atribuida a escritores nacionalistas y devotos de Yahvé durante la época del rey reformador de Judea Josías en el siglo VII a. C.[3][4].[7] Los manuscritos antiguos existentes de una traducción al griego koiné conocida como Septuaginta (originalmente se hizo en los últimos siglos a. C.) incluyen el Codex Vaticanus (B;El reparto de la tierra en Cisjordania (al oeste del río Jordán) lo hizo Josué junto con el sacerdote Eleazar y los jefes tribales (Versículo 1) como continuación directa de Números 26, que recoge el censo realizado bajo la dirección de Moisés y Eleazar precisamente para este reparto (Números 26:1-4, 52-56; cf Números 32:28).[12] La tierra que Caleb solicitó estaba en la zona de Hebrón (Versículo 12), dentro del territorio que pronto se asignaría a la tribu de Caleb, Judá.[12] En su discurso de petición, Caleb hizo hincapié en su vigor hasta la vejez (cf.Mientras que los otros exploradores desalentaban al pueblo, Caleb y Josué confiaron en Dios y animaron al pueblo a proceder con la conquista (Nm 13,30; 14,6-9).
Mapa de la asignación de tierras a las tribus de Israel en tiempos de Josué