Durante el régimen franquista ocupó puestos relevantes, siendo jefe de la casa militar del Jefe del Estado, Capitán General de dos importantes regiones militares, Delegado Nacional de Deportes y presidente del Comité Olímpico Español.Durante el asedio, los milicianos amenazaron con matar a su hijo Luis si el Alcázar no se rendía (y en efecto, sería asesinado el 23 de agosto, junto a otros 79 presos políticos y religiosos, como represalia por un falso bombardeo del bando sublevado pues fueron aviones republicanos los que, en un intento de bombardear el Alcázar, erraron la acción y bombardearon el núcleo urbano matando a 9 civiles).Al ser liberados por las fuerzas del general Varela, Moscardó pronunció la siguiente frase: «Mi general, sin novedad en el Alcázar, se lo entrego destruido, pero con el honor intacto».[5] Por este hecho se le concedería a Moscardó la más alta condecoración española al valor, la Cruz Laureada de San Fernando.Algunos historiadores, como Herbert Southworth, han puesto en duda esa versión de la llamada y sostienen que fue una estrategia propagandística dado que no es verificable y tienen diversas contradicciones.[6]Hugh Thomas que en un principio también dudó de ese episodio finalmente y tras recoger varios testimonios rectificó y reconoció la existencia de tal conversación como cierta[7] Tras este episodio, Moscardó fue ascendido a general de brigada, mandando desde octubre la División «Soria»,[8] que asediaba a Madrid por el norte.[17][18] En 1906[1] contrajo matrimonio con María Guzmán Palanca, hija de un General de la Guardia Civil, con la que tuvo cinco hijos, José, Miguel, María, Carmelo y Luis.Según Inocencio Arias, Moscardó fue elogiado por el presidente estadounidense Ronald Reagan.
Ciudad de
Toledo
: en la parte superior derecha, dominando la ciudad, el
Alcázar
, fortaleza donde las fuerzas mandadas por Moscardó resistieron un asedio de 70 días.
El general Moscardó en el entierro de su hijo Luis, fusilado