Amistad que perduró a lo largo de toda su existencia y con quien compartió su admiración por Carlos Pellegrini.
Durante su tarea como diputado, Bustillo se destacó en los temas relacionados con la agricultura y la ganadería, teniendo una destacada participación en el debate por la Ley de Arrendamientos a mediados del año 1928.
Fue nuevamente electo diputado nacional, por la provincia de Buenos Aires, para cubrir el período 1932-1936.
En su nueva estancia en el Congreso Nacional, Bustillo nuevamente se destaca en los temas relacionados con la industria agrícola-ganadera pero también deja su impronta en los debates por la instalación y organización del Museo Nacional de Bellas Artes, por la creación del Departamento Nacional de Ecología y Genética, sobre obras públicas en Rosario, y otras temáticas de debate en el Congreso.
Pocas semanas después, el 18 de agosto, durante la apertura de la Exposición Rural, Bustillo pronunció un duro discurso contra la política del gobierno, declarando que "Los productores rurales son desventajosamente reemplazados por gestores y tribunos improvisados, de cuya sinceridad debe desconfiarse".
Algunos días después de ese discurso, Bustillo fue detenido y enviado a la Cárcel de Devoto, donde compartió celda con otras figuras políticas como Eustaquio Méndez Delfino, Carlos Saavedra Lamas, Eugenio Blanco, y Silvano Santander por los días que siguieron.
Las elecciones internas de 1945 en la Sociedad Rural Argentina habían enfrentado a Bustillo, que representaba al ala duramente antiperonista dentro de la SRA, contra José Alfredo Martínez de Hoz, que representaba un ala moderada con respecto al peronismo, en las que Bustillo venció holgadamente.
La cual se encuentra ilustrada con fotografías exclusivas, cedidas por Manuel Antonio Fresco (hijo).