José Gabriel Moscoso

Fue derrotado por los patriotas revolucionarios cuzqueños en la batalla de la Apacheta y tomado prisionero (1814).

Durante la guerra de la independencia española concurrió a diferentes combates y se halló presente en el memorable primer sitio de Zaragoza (1808), por lo que fue condecorado y se le concedió el honroso título de benemérito a la patria en grado heroico.

Se sumó a la rebelión el brigadier Mateo Pumacahua, cacique del pueblo de Chinchero con su compañía de naturales, que hasta entonces habían servido en las tropas realistas.

El Intendente Moscoso dio aviso al virrey José Fernando de Abascal del inminente riesgo en que se hallaba Arequipa; pero en la capital Lima se carecía ya de fuerza y de armas, y solo pudieron embarcarse 100 hombres, 500 fusiles con sus municiones y 26 000 pesos, exiguo auxilio que llegó tarde.

El coronel Francisco Picoaga y el brigadier Pío Tristán (el jefe de las fuerzas realistas derrotados el año anterior en la Batalla de Salta) se hallaban en Arequipa, y unidos con el Intendente Moscoso, salieron a esperar a Pumacahua en un punto denominado “La Apacheta”, a cuatro leguas de la ciudad.