Desde muy joven estuvo introducido en los ambientes culturales granadinos, siendo cofundador de la revista local España Artística y Literaria, en la que publicó su primer artículo, «El sueño de mis sueños», cuando contaba tan solo con dieciséis años.
Investigó en los archivos de Granada sobre moriscos, mudéjares, mozárabes y cultura hispano-árabe en general.
Se presentó en 1914 a los juegos florales organizados por el Ateneo de Sevilla, en los que resultó premiado por el artículo titulado «Algunas apuntaciones para un estudio del regionalismo andaluz», que sería publicado en la revista Bética.
En el Ateneo entabló relación con Blas Infante colaborando en la difusión del regionalismo andaluz.
Sus primeros destinos fueron vicecónsul en Argel y luego en Odesa, aunque continuó en Uxda en comisión de servicio.
Más tarde sería nombrado cónsul en Alcazarquivir (1923) y después interventor en Tetuán (1929), en el protectorado español de Marruecos.
[4] Durante este mismo mes de diciembre gestionó la repatriación de los refugiados en la embajada de Turquía, viajando con el embajador a Valencia y a Francia, trasladando a los refugiados en varios camiones desde Madrid hata Valencia y embarcándolos en un viejo barco hospital, en el que también viajó él con su madre, mujer e hijos.
En Siracusa las autoridades italianas (fascistas) no le permitieron continuar el viaje hasta Turquía, reembarcándolo en un buque con destino a Cádiz.
Por estas fechas impartió conferencias sobre temas árabes en Bagdad, El Cairo, Alejandría, Beirut, Damasco, Amán y Jerusalén.
La enfermedad le impidió continuar en la embajada, desplazándose en marzo de 1955 hasta Madrid para ser operado.