Isidro Ayora

[2]​ Mujer de piel muy blanca, Laura sucumbió a la tentación de llamar "indio" a su esposo en alguna pelea marital, lo que provocó que la pareja se separe por algún tiempo.

La conspiración había sido tramada por oficiales jóvenes del Ejército en reuniones militares secretas.

Guerrero, el capitán Emilio Valdivieso, el subteniente Ángel Bonilla y el teniente Federico Struve.

Los militares declaraban que la revolución buscaba "la igualdad de todos y la protección del hombre proletario"; pero no fue sino un movimiento antioligárquico y modernizador del Estado.

Se legisló con ligereza en asuntos de poca monta, como prohibir las peleas de gallos, poner a Guayaquil bajo el imperio de la ley seca, perseguir a las prostitutas del Barrio Verde del puerto, prohibir la entrada sin zapatos a los mercados, edificios públicos, escuelas, parques y teatros, y crear ligas de Salud Pública sin un financiamiento seguro.

Y la historiadora Linda Alexander Rodríguez observa que "las reformas que (los jóvenes oficiales idealistas) defendieron en nombre de la unidad y rehabilitación de la Nación devolvieron el poder a la Sierra".

Como el Gobierno no cumplió con las obligaciones acordadas, el Banco cerró sus puertas para siempre.

Dado que en 1925 estaban vivos los sentimientos regionalistas, anota Pareja, "se exageró la severidad contra Urbina.

Cuando el Gobierno impuso la censura, los periódicos de Guayaquil se declararon en huelga.

El Gobierno no les hizo mayor caso, pero reanudó las negociaciones con Kemmerer iniciadas en la administración de Córdova.

Kemmerer prefería trabajar en equipo con expertos y aceptó venir a Ecuador.

Ildefonso Mendoza, del ala más radicalizada y popular del movimiento, también había sido ascendido a comandante, pero intentó oponerse a estos ascensos incluido el suyo propio y fue respaldado en esto por sus oficiales, la Guardia Cívica y la Federación Obrera del Guayas.

"El gobierno plural había sido un fracaso", escribe Alfredo Pareja Diez-Canseco.

La conspiración había sido tramada por oficiales jóvenes del Ejército en reuniones militares secretas.

La Misión Kemmerer recomendaba que en el futuro los proyectos de obras públicas se financiaran con préstamos extranjeros o inversiones extranjeras directas o con capital privado de los ecuatorianos.

Ecuador tenía que consolidar sus obligaciones, renovar el servicio de la deuda y pagar regularmente.

El valor de la moneda se fijó en cinco sucres por dólar, lo que significaba una reducción del 41 por ciento respecto a lo que hasta entonces había válido legalmente el dólar.

También decretó el retorno al patrón oro y derogó la Ley Moratoria vigente desde 1914.

El Gobierno preparaba así la creación del Banco Central y ponía un hecho consumado para que el banco funcionara en Quito y no en Guayaquil, la capital financiera del Ecuador.

Kemmerer logró que al menos funcionara allí una Sucursal Mayor dotada de virtual autonomía.

Neptalí Bonifaz fue elegido presidente del Banco Central y Alberto Bustamante, gerente.

La nueva Constitución daba más poder al Congreso: cualquier legislador, individualmente, podía interpelar a los ministros de Estado y pedir su censura o el voto de desconfianza, extensible en la misma sesión a todo el Gabinete.

La nueva Constitución debilitaba al Ejecutivo, ocasionaba la demagogia en el Congreso y propiciaba la manipulación política de las entidades creadas para modernizar la administración del Estado.

Ya en 1929 hubo malestar en las clases populares y en el campo, donde penetraba el influjo del Partido Socialista que estructuraba y ampliaba el sentido de la tradicional lucha de los indios.

El escándalo manchó la reputación de Ayora pese a que no había medrado en esa concesión.

Pero once meses después e instalado el Congreso en medio de una atmósfera política cargada, se produjo la insurrección del Batallón Chimborazo.

bautismo
Bautismo de Isidro Ayora. Nombres de padres y abuelos.
Isidro Ayora (sentado en el centro) en 1930.
Monumento de Isidro Ayora.