Es recordado por su labor tanto en la docencia como en la investigación histórica del Ecuador y de América.
Tanto el pequeño Óscar como la señora Petronila soportaron días difíciles de hambre, esta situación enfermó al pequeño y a su madre, esta murió más tarde cuando él contaba con apenas trece años de edad, quedándose totalmente huérfano.
Tiempo después, en una finca llamada "la Escuadrilla", propiedad de sus abuelos, fue donde, el joven Óscar, tuvo los primeros acercamientos con las letras.
Fue un hombre de invaluable talla para la investigación ecuatoriana, como persona; aún más, preocupándose siempre por los necesitados y débiles, pues ayudaba a ancianos o pobres.
Desde muy joven inició su labor como escritor colaborando para distintos periódicos de su país y luego realizó trabajos biográficos e investigaciones que se encuentran impregnadas por una habilidad que resalta su obra no en vano Alejandro Carrión en su Diccionario de Literatura latinoamericana diría lo siguiente: