Inmatriculación
Además, ha precisado que 30 335 inmatriculaciones responden a una certificación eclesiástica y 4 626 se han inscrito bajo un título distinto.206 de la Ley Hipotecaria, considerando «sorprendente, por decir lo menos, que un certificado expedido por el Secretario General del Obispo pueda tener el mismo valor que los certificados expedidos por funcionarios públicos con prerrogativas de poder público».[12] Por su parte, la Conferencia Episcopal Española considera que se pueden realizar estas inmatriculaciones, «como cualquier otra institución civil, social, deportiva, científica, académica que concurren en el espacio público y trabajan en el tejido de la sociedad».[18] Otras instancias proponen que el Gobierno de España impugne en bloque todas las inmatriculaciones.[31] «Las entidades referidas deberán aportar certificación catastral descriptiva y gráfica de la parcela o parcelas catastrales, que se corresponda con la descripción literaria y la delimitación geográfica de la finca cuya inmatriculación se solicita en la forma establecida en la letra b) del artículo 9.A la representación gráfica alternativa deberá acompañarse informe del Catastro.»[11] La letra b) del artículo 9 especifica que se deberá aportar «la representación gráfica georreferenciada de la finca que complete su descripción literaria, expresándose, si constaren debidamente acreditadas, las coordenadas georreferenciadas de sus vértices.»[11] En la publicación sobre inmatriculaciones,[5] en sus partes I[6] y II,[32] se incluyen una serie de tablas, con distinto contenido, más o menos explícito, variando de una fuente, Obispado o Diócesis, u otro, pero no se dispone de esa identificación geográfica, catastral o registral, que la citada ley establece.[35] En otras tablas esta indefinición es aún mayor, pues no se aportan datos que permitan una mínima identificación, como la Tabla sobre bienes inmatriculados en la localidad de Bembibre,[36] una indefinición acentuada por englobar dicha tabla la totalidad del municipio, conformado por ocho entidades locales menores más la propia Villa de Bembibre, un hecho que acrecienta esa indefinición y propicia la elucubración sobre la identificación de los bienes inmatriculados.