El fuego se originó en el fundo Casa Piedra, en Carahue, simultáneo a otros incendios en la zona sur de Chile, en Torres del Paine y la región del Biobío.
[3] La escarpada topografía del terreno favoreció el ascenso de corrientes convectivas de aire caliente, acelerando la propagación del fuego.
Ello, junto a los fuertes vientos durante el desarrollo del incendio, de 60 km/h, produjo tormentas ígneas.
[6] subsecuentemente, el Gobierno anunció una querella criminal y la aplicación de la Ley Antiterrorista para quienes resulten responsables del siniestro,[7] mientras que el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, viajó a la zona a reunirse con las autoridades locales y comprobar en terreno los daños ocasionados.
Además agregó que la ley antiterrorista era usada de manera racista.