[8] Recién durante la madrugada del 4 de enero, bomberos de Quillón, Bulnes Florida, Concepción, Talcahuano y Chiguayante (durante la mañana) lograron controlar los principales focos del incendio; el apoyo siguió llegando desde Penco, San Pedro de la Paz, Coronel, Tomé y Coelemu, con lo que se facilitó el combate, aunque durante la noche unidades bomberiles de ciudades más lejanas, como Puerto Montt, también apoyaron esta labor, con lo que se dio inicio a una segunda fase de recorrer el terreno y repasar los mismos focos para evitar rebrotes.
[9] Al día siguiente, el intendente del Biobío comunicó que el incendio se encontraba en fase de extinción.
[2] De acuerdo a un catastro efectuado in situ por el Instituto de Desarrollo Agropecuario, las pérdidas tanto forestales como agrícolas producidas por el incendio, han afectado principalmente a los rubros hortícola, frutícola, vitivinícola, aviar, animales menores y flores.
[12] Gran parte del bosque nativo que se degradó con el incendio correspondió al existente en el cerro Cayumanqui, en la comuna de Quillón, en un sitio aislado que no lograría recuperarse sin asistencia en reforestación.
[13] Por otra parte, 171 familias de Quillón, Ránquil, Florida y Quirihue perdieron sus viviendas a causa del incendio, algunas de ellas recientemente reconstruidas tras el terremoto que afectó a la región en 2010.