Zaragoza derrotó a las tropas de Leonardo Márquez, situadas en Guadalajara, Jalisco.
Poco tiempo después, bajo las órdenes del general Jesús González Ortega participó en la Batalla de Calpulalpan, donde fue derrotado el ejército conservador con la que se dio término a la guerra de Reforma.
Finalmente, los invasores se retiran mientras Zaragoza grita: "Tras ellos, a perseguirlos, el triunfo es nuestro".
Al mando del general Charles Ferdinand Letrille, conde de Lorencez.
Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza".
Al día siguiente, sus restos llegaron a la ciudad de Puebla y ser colocados en la Zona de los Fuertes, lugar donde se construyó un monumento conmemorativo llamado «Monumento a Ignacio Zaragoza» ubicado en la glorieta que conecta las calles Calzada Ignacio Zaragoza y 2 Norte.