Iampridem

Dirigida al episcopado prusiano, trata de la situación del catolicismo en el imperio alemán.[c]​ Este comportamiento virtuoso del catolicismo alemán, ha reforzado en el papa el deseo de remover esas dificultades, y procurar la derogación de esas leyes injustas; por esto -explica en la encíclica- ha manifestado con claridad al gobierno alemán el respeto a las disposiciones de la autoridad civil en todo lo que permite las leyes divinas y los deberes de conciencia; por esto mismo, para alcanzar la deseada armonía entre la Iglesia y el Estado es preciso Recuerda el papa que, tal como ha expuesto meses antes en su encíclica Immortale Dei, la Iglesia es una sociedad sobrenatural y perfecta en su orden.También los problemas sociales que produce la cuestión laboral puede encontrar alivios y remedios en la atención sacerdotal de los afectados, refrenando los espíritus inclinados a desórdenes turbulentos[d]​.También pueden los eclesiásticos llevar adelante una labor válida y útil en las regiones alejadas de todas civilización, en las que muchos países europeos están fundando colonias.Los gobernantes alemanes actúan también en este campo[e]​, y es indudable el interés que tiene civilizar la tribus que puedan esas regiones, y la ayuda que en ese sentido pueden suponer la presencia de misioneros, dispuestos a dar voluntariamente su vida y su sangre por la salvación de sus hermanos.