Cambió el nombre del país a Deutsches Reich (traducido convencionalmente como el 'Imperio Alemán') y le dio al rey de Prusia el título de Emperador alemán.
Su canciller, Otto von Bismarck, afirmó en 1862 poco después de haber sido nombrado por el rey Guillermo I: «los grandes problemas de la época no se resolverán con discursos y decisiones tomadas por mayoría –éste fue el tremendo error de 1848 y 1849-, sino con sangre y hierro [Blut und Eisen]».
[4][5][6] Su base de partida fue el Zollverein, promovido por Prusia y que deliberadamente había dejado fuera al Imperio Austríaco.
[7] El proceso de unificación lo llevó a cabo Prusia mediante su victoria en tres guerras.
Además, por el tratado que se firmó con la derrotada Francia el Reich se anexionó Alsacia y Lorena, y fue indemnizado con 5000 millones de francos oro.