Instituto de Bachillerato Cervantes

Por sus aulas han pasado desde entonces alumnos que más tarde llegarían a destacar en el campo de la política, las artes y las ciencias, así como ilustres profesores.En 1930, el ministro de Instrucción Pública Elías Tormo solicitó un cambio en la designación del centro, que pasó a llamarse «Liceo», al estilo francés, pero tal nombre apenas duró un año, pues en 1931, y ya con la República, dicho Liceo fue reconstituido como «Instituto Nacional de Segunda Enseñanza Cervantes».[1]​ En este decreto se advertía además que sería un Instituto "sin distinción de sexos".[2]​ El Cervantes se distinguió por su buen profesorado, pues una de las condiciones que hubo siempre en el centro fue la de admitir catedráticos que hubieran sacado en las oposiciones pertinentes los números 1 y 2.[4]​ El primer local que tuvo el Instituto creado en 1929 fue un palacete cuya dueña había sido la condesa de Giraldeli, en la calle de Zurbano, 14 (que estaba arbolada en aquellos años), esquina a Fernando el Santo.Durante la guerra civil española se utilizó como cuartel y sufrió dos bombardeos por su situación peligrosa pues tenía muy cerca el Ministerio del Ejército.[1]​ En 1950 el Instituto sufrió un nuevo traslado, esta vez a la calle de Fortuny, n.º 15, con vuelta a la calle de Zurbarán y Monte Esquinza, en un inmueble de cuatro plantas más sótano con un amplio patio-jardín, que antes fuera sede del Colegio Alemán, creado en 1910 por la colonia alemana residente en Madrid.Cuando se terminó la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue confiscado por las potencias vencedoras en 1945, junto con otros bienes alemanes y más tarde fue vendido al Estado español.En 1966 amplió sus instalaciones para dar cabida a un mayor número de alumnos, con un edificio anexo.En 1970 el Instituto le había rendido un homenaje, instalando una lápida conmemorativa que está situada en el muro de la escalera principal.En el acto estuvo presente el poeta Gerardo Diego, catedrático del Instituto Beatriz Galindo, en representación de la Real Academia Española.
Vista del Instituto desde la Calle de Embajadores.
Entrada del Instituto ubicado en la Glorieta de Embajadores.