[12] Tras este fracaso Hug Roger recurrió a otras formas de hacerse con la Força pero ninguna funcionó.
[16] En su avance hacia el sur fue hostigado desde la costa por el ejército de Hug Roger que evitó un choque frontal dada su notable inferioridad e intentando conseguir llegar a Barcelona intacto para ayudar en su defensa.
[17][18] Dos años y medio después, en febrero de 1465, tuvo lugar la batalla de Calaf en la que la victoria fue para el bando realista y los capitanes rebeldes fueron hechos prisioneros, entre los que se encontraba Hug Roger.
En 1477 Hug Roger aceptó una tregua pero esta no condujo al final de las hostilidades.
[22] Pero la concordia solo duró cuatro años porque Hug Roger volvió a rebelarse a mediados de 1484 ―«Hug Roger, héroe de tragedia, parecía tener el demonio en el cuerpo», comentan Santiago y Jaume Sobrequés―.
En 1494 llegó a prometer al rey Carlos VIII de Francia que si le proporcionaba los medios necesarios conquistaría para él Gerona, Castelló d’Empúries y Besalú.
Más tarde Hug Roger pasó a Italia para seguir combatiendo allí al rey Fernando, pero fue hecho prisionero por el Gran Capitán que lo encarceló en el Castel Nuovo de Nápoles para después trasladarlo a Barcelona donde le fue conmutada la pena de muerte por la condena a cadena perpetua.